UN MUNDO SIN FIN - KEN FOLLET
Un mundo sin fin
Serie Los pilares de la Tierra
Ken Follet
2007
SINOPSIS
En Un mundo sin fin de Ken Follet volvemos al fascinante mundo de Kingsbridge dos siglos después de la construcción de su majestuoso templo gótico.
La catedral y el priorato ocupan de nuevo el centro de una encrucijada de amor y de odio, orgullo y codicia.
En un mundo en que defensores a ultranza de las viejas costumbres luchan con encono con las mentes más progresistas, la intriga y la tensión llegan rápidamente a límites insoportables con el devastador telón de fondo de la Peste Negra, que aniquiló a la mitad de la población europea.
Intriga, asesinatos, hambruna, plagas y guerras.
Un retrato admirable del mundo medieval y una novela extraordinaria que aporta una nueva dimensión a la ficción histórica.
CITAS DESTACADAS
Su otrora esbelta figura estaba encorvada y decrépita, y caminaba ayudada por un bastón, pero conservaba el veneno en la lengua.
En la condición de ciudadano coligen muchas y diferentes definiciones, en cada lugar significa una cosa diferente.
Los que hemos nacido pobres tenemos que valernos de artimañas para conseguir lo que queremos. Los escrúpulos son cosa de privilegiados.
Siempre debían cerrarse los tratos con el proveedor más fiable o contratar a la persona más capacitada para el trabajo en cuestión, sin tener en cuenta los lazos amistosos o familiares (...) Cuando un hombre se rodea de leales acólitos es porque en realidad no tiene confianza en sí mismo.
En ese instante se percató de que con el tiempo aquello, como todo lo demás, también pasaría: los muertos serían enterrados, los heridos sanarían y de algún modo la normalidad regresaría a la ciudad.
Le daba miedo contarle la verdad (…) no es que le diese miedo
lo que pudiese hacer ella (…) Se dio cuenta de que en realidad lo que le daba
miedo, en el fondo, era herirla, podía soportar su ira, pero no podría soportar
su dolor.
El hombre que prepara ungüentos y medicinas se llama
boticario, pero una mujer que hace lo mismo se arriesga a que le llamen bruja.
El ser humano es falible, así que no debemos fiarnos de
nuestros propios razonamientos.
La idea le provocaba una sensación parecida al dolor de una
vieja herida: la sentía, pero le resultaba demasiado familiar para que siguiera
haciéndole sufrir.
Trataba de hacer cumplir la ley. Tal vez estuviera mal hecha
o fuera injusta u opresiva, pero eso no autorizaba a asesinar.
Todo el mundo puede cometer errores, pero la gente que no
aprende de los suyos vuelve a caer en ellos.
Solía decir que todos somos buenos cuando nos conviene y que
eso no cuenta (…) Decía que la integridad personal es como una espada: no
debería blandirse hasta el momento de ponerla a prueba.
Podrían permanecer a salvo (…) tanto de las tentaciones de la
carne, como de las bebidas espirituosas y la compañía masculina (…) era una
mujer de gran agudeza, pero no se había percatado de que existía otra clase de
tentación flotando en el aire entre las dos monjas.
Lo que el ejército no puede llevarse debe ser destruido, de
no ser así, podría beneficiar al enemigo.
Sus opiniones seguían siendo tan irrebatibles como siempre;
por ello la obedecían en la mayoría de las ocasiones, y si por algún motivo no
tomaba las riendas de un asunto, le pedían su opinión de todas formas.
RESEÑA:
Seguimos avanzando en la Edad Media a través de las calles de
Kingsbridge de la mano de los descendientes de quienes nos acompañaron en la
primera entrega.
En esta ocasión, y aunque siempre hay algo por rehabilitar en
el priorato, se centra menos en avasallarnos con detalles sobre la construcción
(mal para los amantes de la arquitectura) y nos adentra en las miserias vividas
en aquellos tiempos: la guerra y sus técnicas (bien para los amantes de la
historia) y las enfermedades y como se luchaba contra ellas (y bien para los
amantes de la medicina).
Para mí, el relato de la pandemia de la peste, como se sufría
y moría, y como se intentaba paliar, quizá por lo vivido con el COVID, me hace
sentir muy afortunada de las grandísimas mejoras con las que contamos ahora en
medicina y también me ha renegar menos de las restricciones que sufrimos y las
penas impuestas por saltárnoslas… visto como se las jugaban en la Edad Media…
Pero el tema tratado en la novela y que para mí ha sido el
más relevante es el de la mujer en la Edad Media…
Acompañamos a Caris (con la cual he tenido una relación
bastante complicada, he de decirlo) en su búsqueda de conocimientos médicos, en
su lucha contra la Iglesia y por supuesto, en su proceso por brujería.
¡Por Dios, una mujer que sabe de medicina, “cómo puede ser
posible ese suseso”
Parece que, si eras mujer, tenías pocas opciones: casarte y
someterte al hombre o meterte a monja y someterte a Dios.
Porque como mostraras algo de inteligencia, capacidad y
ganas, o algo de talento en algo en lo que solo deberían destacar los hombres…
¡BRUJA!
Menos mal, que en eso también hemos avanzado, aunque aun nos
quede camino por recorrer.
En esta ocasión, a diferencia de la sensación que
tuve al leer la primera parte (podéis encontrar su entrada correspondiente en
este blog) el ritmo ha sido más adecuado, dedicando el tiempo justo a casa
cosa, no alargando en demasía detalles insignificantes y cerrando capítulos
abruptamente. Todo fluye. Y es muy rápido de leer.
El único punto negativo, es que establece muchas
relaciones familiares desde el principio y cuesta un poco cogerte a ellas, pero
conforme se va desarrollando la historia los acabas ubicando a todos (o casi).
Y si no, pilla papel y boli.
¿Os habéis leído en esta segunda entrega de la serie?
Contadme cositas. Nos leemos.
Alicia.
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